Un bypass necesario
Tres de cada cuatro españoles confiesa que la información sobre política le interesa “poco” o “nada”, según datos de un informe realizado por el CSIC al que han tenido acceso los chicos de Servimedia. En él, se registra una mayor pasividad por parte de ellas (81 por ciento de desinteresadas) frente a ellos, de los que tan sólo el 23 por ciento se considera, como mínimo, “algo interesado”. Además, la mitad de los encuestados cree que este tipo de informaciones "están demasiado presentes en la vida diaria".
Otro dato: las nuevas tecnologías y la ciencia han conseguido (¡al fin!) empatarse en interés con los deportes, aunque de forma muy polarizada, ya que ellos prefieren tecnologías frente a ellas que prefieren materias de medicina y salud (es decir, ciencia).
La consideración de la política como algo que no interesa y que tiene demasiada cabida en los medios me remonta a un conversación mantenida con R., en la que ella decía que “hay más cosas en la vida además de la política que nada tienen que ver con ella”. Una teoría, a mi juicio, algo errónea.
La política es, citando palabras textuales del buscador de conceptos Definición.org, el criterio o directriz de acción elegida como guía en el proceso de toma de decisiones al poner en práctica o ejecutar las estrategias, programas y proyectos específicos del nivel institucional. Añadiría que este criterio o directriz de acción elegida tendrá repercusiones a nivel de la comunidad social a la que se aplique a nivel geográfico, religioso o económico, entre otros. Un ejemplo de la aplicación de la política comunitaria a los países y ciudadanos miembros de la Unión Europea: los sellos 'CE' (¿Alguna vez nos hemos planteado cómo surgen de la nada?).
Por eso, hoy ha dejado de ser la ciencia de gestión y toma de decisiones para ser un espacio de conflictos verbales, judiciales y mediáticos entre partidos y candidatos. Previo a las elecciones, más que actuaciones políticas se vive en un ‘Dolce Vita’ donde todo vale y nada se queda, aunque haya que escarbar, una vez más, entre lo más repetido, polemizado, reprochado y mediatizado del instante, buscando las más diversas formas de recocinarlo todos los días, como ha hecho de nuevo El País con su inocuo artículo del periodista de guerra que recorre en taxi la M-30.
Las ofensas que se lanzan Gobierno y oposición, así como Iglesia y otras instituciones son razones suficientes para demostrar “poco” o “ningún” interés en temas de actualidad política. Marketing para desenmascarar al enemigo, la guerra de la inacción tangible y la constante palabrería ahogan al ciudadano. La política es mucho más que eso, puesto que todo tiene manifestación y cabida en política. Como las ONG y sus peticiones.
La estadística no reflexiona, pero sí induce a ello: se necesita un bypass urgente para recuperar el interés activo de los personas en algo que de verdad les afecta y refiere. No hablo del bypass Sur de la M-30. Hoy no.
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