'Gente desapacible, vanidosa, incorregible, insoportable'
Escuchamos este audio que nos envió el colega A. sobre la manifestación de repulsa al terrorismo de ETA tras el atentado en la T4 en el que murieron dos ecuatorianos y mi amigo N. no se lo podía creer.
Me preguntó si Jiménez Losantos era el pseudónimo de un personaje creado para la guasa mediática, tal como Krispin en el programa de Pepe Navarro o los chicos de ‘Vaya semanita’ (de la cadena vasca ETB).
“Es un tío real, está registrado con NIF y trabaja con nómina en la COPE”, le dije. “¿Y cómo le dejan decir estas cosas, incluso los curas?”.
Pues no lo sé, porque según comenta Noelia Seibane (politóloga, feminista y gran amiga mía) en su bitácora, este hombre tiene una lista de insultos e infamias prohibidas dictada por un juez de lo mercantil (¿de lo mercantil?). Se trata del siguiente ‘coktail molotov’ recogido en la Wikipedia:
“Incompetente, lamentable, irresponsable, traidor, infecto, repugnante, falso, calumniador, basura, abyecto, ridículo, siniestro, falsarios, fariseo, vil, zote, avieso, criminal, es una banda, comete fechorías desvergonzadas, manipula, tiene columnistas paniaguados, es una estafa informativa, es una puñalada por la espalda a la opinión pública española, vocación manipuladora, cerró el YA, está financiando la tregua de ETA, patrocina a la extrema derecha española para derribar al PP, da pelotazos para desviar las plusvalías a paraísos fiscales, te ocupas de triturarlas (a las víctimas del terrorismo), si ustedes quieren dejar de suscribirse al ABC hoy es el día; tiene un número ABC para darse de baja, vamos a ver si te cerramos a ti."
Pues bien, a ‘ese Jiménez, que asusta a los nenes; ese Losantos, curado de espantos’ (como le gusta a Joaquín Sabina referirse a don Federico en su canción ‘Por todos Losantos’), a este hombre de lengua afilada que gusta de alborotar a la clase política y mediática, a este ex-camarada de Santiago Carrillo, le han recopilado sus frases en una divertida página web llamada ‘Fedeguico, el glande’.
Nota: El título de este post es una frase robada con la que don Federico define a los parisinos.
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