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Hiyab y orgullo

Hiyab y orgullo

Yo siempre digo que al referirnos a las tradiciones, culturas y religiones hay que ser muy respetuoso. Se trata del “modus operandi” vital de una persona y, se quiera o no, puede sentirse herido en su orgullo (no hablaré hoy, a pesar de que es lo que se lleva, del “orgullo patrio”). Algo parecido pasa con la política (aunque a muchos les cueste entenderlo), pues ésta es la síntesis de valores morales, éticos, culturales y tradicionales que hemos ido heredando de la religión y de los años. 
Durante varios días, he visto cómo dos mujeres batallaban por defender sus ideales en la sección “Cartas al director” de El País. Ha surgido un enfrentamiento verbal acerca de tradiciones, culturas, religiones y mucho orgullo. El escritor Fernando Schwartz intervino el jueves 11 propiciándonos unas líneas ácidas e irónicas que, a pesar de en cierto modo tener razón, le han hecho perder la cordialidad periodística con la que nos movemos. Paso a copiar los escritos: 

El caso de Shaima
Cuando era estudiante, a mi instituto acudían dos monjitas que, por cierto, llevaban el hábito lleno de chuletas. Y a nadie se le ocurrió que el hábito fuera "discriminatorio". Tampoco se le ocurre a nadie que sea "discriminatorio" que bandadas de cenutrios y cenutrias acudan a los colegios y a los institutos enseñando medio trasero, y eso que es evidente que en el futuro tendremos que costear con nuestros impuestos más de una diálisis, por esa necedad de pasar el invierno con los riñones al aire. Y eso, sin contar con el botellón.Entonces llega una niña buena de otra cultura, una niña que probablemente no va a ir de botellón y que en un futuro será una ciudadana productiva que pagará nuestras pensiones, una niña que obedece a su madre y a su padre, que son personas religiosas, como la mayoría de los 1.500 millones de musulmanes que existen en el mundo. Y hete aquí que un neofascista de la religión atea le prohíbe que vaya vestida según la tradición de su país.Un neofascista de la religión atea que desdichadamente los musulmanes consideran cristiana. No, Shaima, guapa: cristiano es Vicente Ferrer. El que te ha expulsado es uno de esos hombres que Sócrates describe como "los más locos de todos", por vivir "imbuidos de divinidad".Señor director de instituto o colegio de Girona, de cuyo nombre no quiero acordarme: como decía el otro, está usted más a la derecha que Atila el Huno. Me dan ganas de ponerme el velo a mí.
Blanca Andreu. A Coruña. (El País, 6/10/2007). 

El pañuelo o 'hiyab'
El pañuelo o 'hiyab' no es una prenda de adorno ni de abrigo ni un tocado étnico, y el que tenga o no un carácter religioso resulta irrelevante; lo que parece claro es que se trata de un trozo de tela cuya única y expresa finalidad es tapar a las mujeres, taparles el pelo, las orejas y el cuello, esas partes del cuerpo humano que, en cambio, no tienen que taparse los hombres (vid Al Qaeda, 20-4-1986). Es además una prenda que se impone, más o menos sutilmente, con mayor o menor violencia, no a una monja que se hace socia de un club y acepta libremente el uniforme, sino a todas las mujeres y únicamente a ellas por el solo hecho de serlo. Por eso es sin duda un instrumento de sometimiento y de humillación. Miro en el periódico la foto de Shaima, esa niñita a la que, por fin, se le permite llevar voluntariamente el velo al colegio, y me sobrecoge verla tan pequeña, con ese trapo oscuro y enorme encima, que casi parece más grande que ella. Pero me sobrecoge más aún comprobar que en España, este moderno país en el que apenas hace dos generaciones que las mujeres hemos logrado quitarnos el "velo", las autoridades y muchas voces y plumas que se dicen progresistas muestran mayor sensibilidad hacia las costumbres bárbaras de un grupo social que hacia la dignidad y los derechos de esta niña.
Marta Fernández-Cuartero Paramio. Madrid. (El País, 6/10/2007). 

Rectificar es de sabios
Leyendo la carta de Marta Fernández-Cuartero Paramio, titulada El pañuelo o 'hiyab', me di por aludida y hasta hubo un momento en que me ofendí. La cuestión es que para esta señora el pañuelo o hiyab "tiene un carácter religioso irrelevante, se trata de un trozo de tela, un instrumento de humillación y sometimiento que se impone con mayor o menor violencia". Creo que estas palabras no sólo me ofendieron a mí, sino que a todo al colectivo de musulmanas que un día decidimos ponernos el hiyab para completar nuestra fe. Que defina al hiyab como un instrumento de humillación, hiere mi sensibilidad, porque al menos yo no me siento humillada ni sometida.Tengo 19 años, estudio Derecho y tras meses de reflexión decidí ponerme el hiyab por mi propia voluntad. No me sentí sometida por nadie y mucho menos me lo impusieron con violencia, ni mayor ni menor. En mi casa no se utiliza la violencia, la violencia dejémosla para Irak, ese país que invadió la España moderna a la que usted, la autora de la carta citada, hace referencia.Me gustaría que reflexionara y, si no fuera mucho pedir, rectificara y retirara la frasecita "el hiyab se impone con mayor o menor violencia", porque como musulmana que soy no consiento que alguien difame mi religión basándose en generalidades y tópicos.
Saida Benchallal Zaynoun. Madrid (El País, 8/10/2007). 

A ver qué pasa
Recomiendo a doña Saida Benchallal Zaynoun (Cartas al director, 8-10-07) que coja un avión con destino a Arabia Saudí, se baje en Ryad y allí en la plaza pública se quite el hiyab tan voluntariamente como se la pone aquí. A ver qué pasa.
Fernando Schwartz. Madrid (11/10/2007). 

Rectificar es de sabias
Al contestar a mi carta sobre el caso de Shaima, doña Saida Benchallal Zaynou (Cartas al director, 8-10-2007) hace una falsa cita entrecomillando algo que yo no escribí. Nunca dije que el hiyab "tiene un carácter religioso irrelevante", como pretende, sino que "el que tenga o no un carácter religioso resulta irrelevante". Quise precisamente descartar el enfoque religioso, llevando la cuestión al terreno del raciocinio y no al de las creencias.Si una práctica es irrespetuosa con la dignidad humana, el que se funde en un motivo religioso ni la redime ni la justifica. La violencia, la persecución o la exclusión en el asunto del velo sucede en tantos países que citarlos todos consumiría estas 15 líneas; además, la presión pro hiyab se extiende a muchas comunidades que residen en otros países.Como la señora Benchallal estudia Derecho, podrá conocer la doctrina sobre la formación de la voluntad y sus vicios, que le servirá para entender el concepto de libertad real. Esta universitaria puede elegir, y ha elegido, ignorar a todas esas otras mujeres que no tienen elección, ni siquiera voz para hacerse oír. Lo que les ocurre a estas mujeres es lo que a mí me ofende. Doña Saida Benchallal es muy joven y tiene tiempo para reflexionar más y rectificar, formando su propio criterio en lugar de seguir el que le dicte éste o aquel colectivo.
Marta Fernández-Cuartero Paramio. Madrid. (El País, 12/10/2007). 

Mi felicitación es para Blanca Andreu, sin duda.

La fidelidad, brumosa palabra

Me queda algo de tiempo, entre nerviosismo, miedo y preparar cosas, de leer este artículo de El País sobre las fotos ‘robadas’ a personajes públicos cuando disfrutan de su vida íntima (es decir, la no-profesional) en periodo de ocio. ¿Qué pasa con los que hacen las fotografías comprometidas de un personaje público? ¿”Morbo, morbo, morbo”? Pero, ¿y la ley?

Como se muestra en el texto, en cada país hay una forma de condenar o aprovechar el material fotográfico. Así, aquellos que pierdan pasta al pillar a Royal con poca ropa, pueden sobrevivir (y pagar la multa) aportando nuevos datos sobre la todavía misteriosa muerte de Lady Di.
Lo mejor: la historia de Sarkozy, su mujer y el amante de ésta.
Menos ma que para esto (y de momento), 'Spain is different.'.
El cantautor uruguayo Jorge Drexler lo explica en 'El otro engranaje', de su disco '12 segundos en la oscuridad':

El deseo sigue un curso paralelo,
y la historia es una red y no una vía,
días y noches de amor y de celos,
una cama se llena y otra se vacía.

Yo lo vi hasta en los hospitales,
escapándose al motel los cirujanos...
Tan complicados los simples mortales,
y tan fácil saber que se traen entre manos.

Y bajo los congresos, las giras, rodajes,
las ferias agrícolas y convenciones,
gira inexorable el otro engranaje,
la noria invisible de las transgresiones.

La vida también es aquellos mensajes,
la llamada hecha desde la esquina,
poco de negocio tenían los viajes,
todo de su amor, aquella oficina.

El cantante ávido de nuevas pieles...
Aquel literato lució su guiñada...
por los pasillos de tantos hoteles
el tráfico arrecia en las madrugadas.

Clara, evidente, manda la libido,
la fidelidad, brumosa palabra,
con su incierta lista de gestos prohibidos,
muerde siempre menos de lo que ladra,
muerde siempre menos de lo que ladra.

El deseo sigue un curso paralelo,
y la historia es una red y no una vía,
días y noches de amor y de celos,
una cama se llena y otra se vacía.

Y bajo los congresos, las giras, rodajes,
las ferias agrícolas y convenciones,
gira inexorable el otro engranaje,
la noria invisible de las transgresiones,
la noria invisible de las transgresiones.

My girl

My girl

Mi chica ha vuelto a triunfar. Ha demostrado, una vez más, que se "ha currao" su status social (y ése patrimonio desconocido) y que no le han regalado nada. Y lo demás es tontería. A mí, como diría alguno en Nochebuena, “me llena de orgullo y satisfacción” vivir en una región como Madrid, tan bien llevada, tan inmejorablemente gestionada y tan maravillosamente representada.
Resulta que, como me ha mostrado la maestra hoy, Esperanza Aguirre se ha pasado por ahí abajo (esa zona taaan deportivamente ejercitada) al nuevo presidente del Partido Socialista de Madrid. La noticia de El País, pinchando aquí.
En su cabeza, parece, no hay sitio para los líderes de la oposición: primero fue Simancas, borrado literalmente del Plano del Metro de Madrid y ahora, Tomás Gómez convertido en agente forestal (oficio que desarrollaría Putin, visto lo visto y nunca mejor dicho). Si no fuera porque nos tiene acostumbrados, yo me escandalizaría.
Por eso, para no entrar en crisis, recordemos algunas de las lindezas de esta condesa consorte de Murillo y Grande de España:
-          “No pienso exhibir mi patrimonio ni hacer un streaptease”.
-          “Que unos excrementos hayan aparecido no quiere decir que los haya traído el lince”.
-          “¿Y dónde está Dulce? ¿En Cuba? ¿Por eso no ha venido?”.  

Nota: ¡¡UF!! ¡¡¡MENOS MAL QUE TENEMOS A GÜEMES COMO CONSEJERO DE SANIDAD!!!

Ósmosis

Ósmosis

Jordi, una de las personas que más lee este espacio, cuestiona en su último post la verdadera utilidad y uso de los conceptos ‘paridad’, ‘cuotas’ e ‘igualdad’, que durante esta legislatura se han puesto tanto de moda.
En su opinión, ninguno de esos conceptos es la solución. Dice Jordi que “son medios para que, a corto plazo, aquellos que cuestionan la igualdad logren entender que cualquier persona puede ejercer cualquier trabajo salvo que dicho trabajo requiera unas condiciones físicas concretas”. A corto plazo, reitero.
Creo que, en buena parte de su discurso, tiene razón. Es verdad que se ha ido experimentando una ebullición del movimiento asociativo y que éste, como representante de los diferentes grupos sociales o ‘colectivos’ que engloban a ciudadanos con intereses comunes, reclaman más atención y acentuación de las normas jurídicas.
Sin embargo, Jordi teme que las cuotas resulten peligrosas. Yo creo que no lo son del todo, pero pienso que son un obstáculo real para la libertad. El empresario no tiene libertad de contratar a una u otra persona (según cualificación), sino que tiene que cubrir un cupo del dos personas con discapacidad por cada cien, ya que su empresa tiene más de 50 trabajadores y no puede permitirse destinar un porcentaje anual a acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y, además, contratar al aspirante no-discapacitado (por ejemplo).
Ése sería desde el punto de vista del empresario. Sin embargo, una persona con discapacidad aspirante a empleado de la empresa X tendrá que ser consciente de que, por mucha cualificación que tenga, su discapacidad (cosa que no ha elegido, que como he citado en alguna que otra ocasión es tan sólo una característica) será un punto a favor. Lo mismo sucede con las mujeres y el concepto de ‘paridad’ en las mesas directivas.
Se llama ‘discriminación positiva’ porque busca discriminar a favor de aquellos colectivos de personas que, por decirlo de alguna manera, lo tienen algo más complicado. Se trata de una medida integradora, de una lluvia de salida para quiénes, sin estas normas, quizás no se habrían encontrado con el sentimiento de ‘realización profesional’, al carecer de oportunidades. Quizás no habrían querido, por ‘no molestar’ o por pesimismo, ni intentarlo siquiera.
No obstante, esta medida es transitoria. Necesitará una modificación que afloje el cinturón y equipare la cualificación de unos y de otros, sean mujeres aspirantes a cargos directivos o personas con discapacidad aspirantes a completar el cupo.
Pero, “¿Me han contratado porque soy buena profesional o porque figuro en el registro de personas con discapacidad del INSS?” “¿Estoy verdaderamente cualificada para el puesto que voy a desempeñar?”.
Transitoria será, sí, pero girando hacia el sentido formativo. El origen de estas normas no es otro que fomentar la integración y romper la peor de las barreras a las que se enfrentan los diferentes colectivos hoy: la intolerancia y la escasa apertura (o el enorme cierre hermético) de algunas mentes. Lo que tenemos Jordi y yo es, como se ve, pura ósmosis. 

Algo curioso: Otras leyes no tienen un fondo tan ‘formador’, sino que son normas tramitadas para dar una solución inmediata a algo no demasiado general. Como describe este teletipo del periodista Miguel Faraldo (de quien me considero gran admiradora profesional y al que he tenido el honor de tener como ‘maestro’), aún está prohibido llamar Napoleón a un cerdo en Francia y en York, es legal matar a un escocés, pero sólo si lleva arco y flecha. 

Nota: Definición de 'ósmosis', según la RAE:  

(Del griego acción de empujar, impulso).
1. f. Fís. Paso de disolvente pero no de soluto entre dos disoluciones de distinta
concentración separadas por una membrana semipermeable.
2. f. Mutua influencia entre dos personas o grupos de personas,
sobre todo en el campo de las ideas.
 

Todo lo que querías saber y no te atrevías a preguntar (Crónica del 27-M)

8:00 h: Madrugón. Esto en la puerta del colegio, hay un huevo de gente entre componentes y suplentes. Constituímos la mesa y le digo al presidente que soy interventora por mi partido y me dice ‘¿y qué quieres?’ Le digo que he de formar parte de la constitución de la mesa y me dice qué dónde lo pone. Solicito copias del acta de constitución de la mesa y documentos de acreditación de los interventores que, a pesar de estar censados en mi mesa, no votarán en ella al estar desarrollando su intervención en otro colegio. Tengo uno. 
9:00 h: Comienza la votación. Las personas que vienen a votar son ancianas que vienen de comprar el pan. Algunas, desorientadas, quieren votar en mi mesa por ser la primera que ven tras el pasillo con las papeletas. Ninguna está en el censo, por tanto, no vota. 
10:00 h: Llegan los votos por correo. Revisamos que vengan todos los que están marcados en el censo con una C. Los interventores pasamos a tacharlos de nuestro censo. Los votos se guardan hasta las 20:00 h. Sigue viniendo peña pero sólo algunos lo consiguen, puesto que sí que es su mesa. 
11:00 h: Vota una señora mayor y nos dice: ‘¿Una propina para los de la mesa? ¿Queréis?’. No la dejamos. 
12:00 h: La mañana se va haciendo larga, mucho jaleo, los vocales no atienden, cachondeo cuando se encuentran con sus vecinos, etc, etc. Viene una señora con discapacidad que no puede salir del coche. Según la normativa, han de salir los dos vocales y el presidente acompañado de los interventores, con las urnas en la mano a la calle. Lo digo. Respuesta del Presidente: ‘Uy, no, que es mucho jaleo’. Resolución: Presidente + un vocal + dos interventores en la calle comprobando la identidad de la votante. La urna se queda 10 minutos a solas con un sólo componente de mesa: un vocal (segundo error). 
13:00 h: Comienzan los turnos para comer de los componentes de la mesa. Peleas entre los tres. Nosotros, los interventores, suspiramos porque sabemos que no nos moveremos de ahí y sacamos nuestra bolsita de pic-nic. Comienza a venir gente joven (¡al fin!): algunos me dan las gracias, y otros sólo me desean que aproveche el almuerzo. 
14:00 h: Almuerzo muy interrumpido. Bocata de tortilla, quiche Lorraine y agua. El de lomo, la empanada y la tarta de manzana, para ‘merienda-cena’. Me pringo toda (cómo no). Viene un italiano llamado Scrogotto (carcajada en recuerdo de la IUSY), le digo al ‘presi’ que sólo puede votar al Ayuntamiento y no a la Comunidad. Me hace caso (¡yuju!) y se lo explico al italiano (“¿Y por qué se lo tengo que explicar yo?” Pues porque el presidente se ha quedado con el voto rosa del italiano –el de las Autonómicas- y yo me levanto a devolvérselo, que es suyo). “Prego”, contesta él. 
15:00 h: Momento sopinstán. Hace falta cafeína, el ambiente está apagado, no viene nadie. Para entretenerme, compruebo la documentación y el censo. Santiago (interventor del partido opuesto) y yo abrimos un debate acerca de la mirada de los electores cuando votan: al introducir el sobre, a veces le miran a él a los ojos y a veces a mi, es una sensación de apoyo o de acompañamiento.  
16:00 h: Recibo una agradable visita de una amiga del ‘cole’, Carmen. Durante la visita, se ficha una mesa que ha permitido votar a un interventor externo (o sea, que está censando en la mesa A e interviene en la mesa B y por tanto, vota en la mesa B y no en la A –según las normas-) votando en su mesa original (en la que está censado originalmente, la mesa A) y además, vota en la mesa en la que interviene (en otro colegio, mesa B). Conclusión: que vota dos veces. Compruebo las documentaciones de los interventores censados en mi mesa: no están ni tachados ni marcados en el censo oficial (el cuenta de verdad). Pido al presidente que lo haga, me dice que porqué. Se lo explico. Le insisto, le amenazo con presentar una queja por incumplimiento. Me obedece, se cabrea. Hago lo mismo con otras mesas como ayuda a mi apoderado. Son las 16:30 h y todavía no se ha marcado apenas a ningún interventor de los censados en mi colegio que interviene fuera.  
17:00 h: Jaleo, viene gente, seguimos comprobando documentación. Carmen me comenta que en el colegio donde le ha tocado votar, las papeletas de mi partido estaban ocultas/escondidas debajo de una mesa. Se han quejado al apoderado y éste ha solucionado el percance. A la noche comprobé que esta situación se ha dado en varios centros. 
18:00 h: Ganas de terminar. Viene gente, desorientada, y algunos otros a votar. Paciencia. Charlas con la segunda vocal acerca del proceso electoral y de las incidencias. Tiene 19 años y es la segunda vez que le toca pero tiene bastante idea. 
19:00 h: Los componentes de mi mesa tienen prisa. Van rellenando los formularios y van poniéndoles sellos a todo. Me niego a firmar nada hasta que no esté conforme con el recuento. Se enfadan, dicen que desconfío. “Así es, desconfío”, pienso. 
20:00 h: Al fin se cierra el colegio. Recuento de votos. Mi mesa ha sido una de las mejores del distrito, con un 62% de participación o lo que es lo mismo, 38% de abstención, ¡tan sólo!. Durante el recuento se producen algunas discrepancias, ya que se quieren dar por válidos dos votos al PP con tachados a los números 1 de las listas. Además, se puede leer en ellos “A ver si hacéis más y prometéis menos. Saludos. Román”. No sé si Román pensó que los candidatos iban a contar ellos mismos los votos uno a uno. Lo lleva claro. Finalmente, busco en los estatutos la norma que prohíbe darlos por válidos. No les gusta hacerme caso, y, al ver que me dispongo a rellenar una queja, dice Santiago: “Buah, si total... uno más que otro...”. Pa’ mi la perra gorda: se dan por nulos. Y así queda el recuento final:
A la Comunidad (Sin electores de la UE): 
PP:                   156
PSOE:              139
IU:                    26
Los Verdes     3
PACMA            1
En blanco        3
Nulos:              1
__________________ 
TOTAL:            329

Al Ayuntamiento (Sobre el total de censados): 
PP                    157
PSOE               140
IU                     26
Los Verdes      2
PACMA             2
PAIE                 2
En Blanco         3
Nulos                 1
_________________
TOTAL:             333

21:00 h: Revisión de los votos, recuento de algunos partidos por estar en desacuerdo. Tras el consenso, firma de Acta de Sesión y Acta de Escrutinio. Recojo, me despido y salgo contenta. Gobernaríamos en coalición si todas las mesas fueran como la mía.  
22:00 h: Llego a casa, ducha y primeros resultados. Se complican las cosas. 
23:00 h: Visita a la Agrupación. Resultados con casi todos los recuentos hechos. Torrejón, Villaverde, Alcobendas de goleada, etc... pero Vitoria... ¡ol·le Vitoria!. “Comienza el verdadero cambio en Madrid”, me digo.

Decidir o no

Con motivo del Día Mundial de la Vacuna contra el VIH/Sida, se ha presentado en México el libro ‘Contar cuentos’, en el que se recopilan relatos breves de 21 conocidos escritores (entre ellos, cinco Premios Nobel) con el fin de recaudar fondos para luchar contra el virus en África. Según afirmaron los responsables de la editorial Sexto Piso, no fue adrede, pero los temas principales que envuelven la mayor parte de las historias recopiladas son, paradójicamente, la muerte y la infancia.

Gabo es uno de los 21 autores que prestaron su pluma para esta causa con su relato ‘Muerte constante más allá del amor’, el cual no he tenido ocasión de leer entero. Otra de las innumerables historias en las que el autor colombiano refleja lo complicado que resulta elegir sobre la muerte (cuando se puede elegir algo acerca de la misma) es el brevísimo cuento ‘El drama del desencantado’:

...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.

A Alicia, que se va a hacer una experta en Literatura Hispanoamericana, Filosofía y, ya más voluntariamente, en reflexión y autodiagnóstico social.

Un bypass necesario

Tres de cada cuatro españoles confiesa que la información sobre política le interesa “poco” o “nada”, según datos de un informe realizado por el CSIC al que han tenido acceso los chicos de Servimedia. En él, se registra una mayor pasividad por parte de ellas (81 por ciento de desinteresadas) frente a ellos, de los que tan sólo el 23 por ciento se considera, como mínimo, “algo interesado”. Además, la mitad de los encuestados cree que este tipo de informaciones "están demasiado presentes en la vida diaria".
Otro dato: las nuevas tecnologías y la ciencia han conseguido (¡al fin!) empatarse en interés con los deportes, aunque de forma muy polarizada, ya que ellos prefieren tecnologías frente a ellas que prefieren materias de medicina y salud (es decir, ciencia).
La consideración de la política como algo que no interesa y que tiene demasiada cabida en los medios me remonta a un conversación mantenida con R., en la que ella decía que “hay más cosas en la vida además de la política que nada tienen que ver con ella”. Una teoría, a mi juicio, algo errónea.
La política es, citando palabras textuales del buscador de conceptos Definición.org, el criterio o directriz de acción elegida como guía en el proceso de toma de decisiones al poner en práctica o ejecutar las estrategias, programas y proyectos específicos del nivel institucional. Añadiría que este criterio o directriz de acción elegida tendrá repercusiones a nivel de la comunidad social a la que se aplique a nivel geográfico, religioso o económico, entre otros. Un ejemplo de la aplicación de la política comunitaria a los países y ciudadanos miembros de la Unión Europea: los sellos 'CE' (¿Alguna vez nos hemos planteado cómo surgen de la nada?).
Por eso, hoy ha dejado de ser la ciencia de gestión y toma de decisiones para ser un espacio de conflictos verbales, judiciales y mediáticos entre partidos y candidatos. Previo a las elecciones, más que actuaciones políticas se vive en un ‘Dolce Vita’ donde todo vale y nada se queda, aunque haya que escarbar, una vez más, entre lo más repetido, polemizado, reprochado y mediatizado del instante, buscando las más diversas formas de recocinarlo todos los días, como ha hecho de nuevo El País con su inocuo artículo del periodista de guerra que recorre en taxi la M-30.
Las ofensas que se lanzan Gobierno y oposición, así como Iglesia y otras instituciones son razones suficientes para demostrar “poco” o “ningún” interés en temas de actualidad política. Marketing para desenmascarar al enemigo, la guerra de la inacción tangible y la constante palabrería ahogan al ciudadano. La política es mucho más que eso, puesto que todo tiene manifestación y cabida en política. Como las ONG y sus peticiones.
La estadística no reflexiona, pero sí induce a ello: se necesita un bypass urgente para recuperar el interés activo de los personas en algo que de verdad les afecta y refiere. No hablo del bypass Sur de la M-30. Hoy no.

'¡Asúcar!', grita un vecino

Con toda la polémica generada en torno al tema del post anterior y otros episodios previos a las elecciones autonómicas y municipales del 27 de mayo, un amigo 'forastero' se cuestiona si en Madrid estamos todo el día de fiesta y cashondeo mientras inauguramos estaciones de Metro, hospitales, carreteras, escuelas, etc. Me ha preguntado si hemos estado cuatro años al son de Celia Cruz por las calles.
Lo decía refiriéndose a este reportaje que El País publica hoy sobre el ‘Metroshow’ o los circos inaugurales de Esperanza Aguirre. Le contesto que no, que durante muchos años, la Villa fue objeto de ruidos incesantes, socavones, polvo, dióxido de carbono y mucho tráfico (consecuencia de los cortes en las calles céntricas) por doquier.
A los hechos me remito. Recupero esta carta al director publicada hace dos años:

‘Facilidades para llegar’

Sabiendo que vivo cerca de un centro comercial del distrito de Hortaleza, un compañero de trabajo me preguntó cómo podía llegar hasta ahí.
“Muy fácil: subes hasta Sinesio Delgado, cruzas la zona de obras larga, al final dejas a la derecha las grúas de la obra del Paseo de la Castellana y verás un luminoso que pone ‘Obras a la salida del túnel’; cruzas el túnel y atraviesas la zona de obras, entras en la M-30, tomas la primera salida en obras que te encuentras, giras en las obras de la plaza, entras en el túnel y a la salida te encuentras con una desviación por obras, al final verás el centro comercial.
La vuelta la puedes hacer por las mismas obras o bien giras a la derecha en la primera obra y luego todas las obras seguidas. Fácil, muy fácil”.

Á. Pedrosa (El País - Madrid, 25/01/2005).

Llamamientos por la paz en Darfur (Sudán)

Llamamientos por la paz en Darfur (Sudán)

Mediante fotografías aéreas de gran resolución, Google Earth y el Museo del Holocausto de Estados Unidos muestran pueblos enteros en llamas, campos de refugiados o imágenes de la dura vida cotidiana que se vive en Darfur (Sudán) desde que en 2003 estallase el conflicto.

Con esto, el buscador quiere llamar la atención sobre las atrocidades en una región donde ya han muerto más de 200.000 personas y otras 2,5 millones se han visto obligadas a desplazarse, según la ONU. Según el diario El Mundo, "se trata de un esfuerzo que podría tener más fuerza que muchos titulares de periódico, dado lo popular de un servicio que cuenta con 200 millones de usuarios".

Cambiar las cosas en Darfur está en manos de la comunidad internacional, de la que todos formamos parte. Acciones como la de Google Earth y el Museo del Holocausto de Estados Unidos se suman a las otras muchas que luchan por agilizar el proceso pacificador del país. Mi compañera Silvia Torralba firmó un artículo sobre las acciones alternativas para presionar a las autoridades desde las más diversas y creativas formas.